Desde la enfermiza luz se muestra una agonia,
Que destroza el cielo plagado de nostalgia,
Una espada cumple su mision,
De crear mas lagrimas desgastadas.
Casi incontenibles,
las lenguas de fuego lastiman el umbral ,
De la locura q se avecina,
Haciendo tronar sus pasos,
Aplastando las almas de los q no dijeron nada.
La marea cada vez mas elevada,
No termina de extinguir las ilusiones vagas de los muertos,
Que se despiden de las horas perdidas,
De las luchas fallidas por la casi verdadera vida.
Las banderas no se acostumbran a los vientos en contra,
Los culpables no caminan derecho,
Las colmenas de mentiras que vuelan,
cobijan almas de pecados,
Que aun no se cometen.
Casi me estremezco al oír la voz del ocaso,
El gemido del sol al morir.
Solo pude voltear mi mirada,
Hacia un mundo luminoso y vacío.
domingo, 14 de septiembre de 2008
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